Estudiantes y docentes de posgrado de nuestra casa de estudios acudieron a Asís, Italia, para participar en el encuentro ‘Economía de Francisco’, donde el Pontífice se reunió con más de mil jóvenes economistas, académicas/os y emprendedoras/es del mundo, y en el que las personas asistentes firmaron un pacto con el Papa para la construcción de una economía más humana al servicio de la vida.
El documento signado, señala:
Nosotros, jóvenes economistas, emprendedores/as, agentes de cambio, llamados/as aquí a Asís desde todo el mundo, conscientes de la responsabilidad que pesa sobre nuestra generación, nos comprometemos ahora, individualmente y todos/as juntas, a gastar nuestra vida para que la economía de hoy y de mañana sea una economía del Evangelio. Por lo tanto:
-Una economía de paz y no de guerra,
-Una economía que contrarreste la proliferación de armas, especialmente las más destructivas,
–Una economía que cuide la creación y no la robe,
-Una economía al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa de toda mujer, hombre, niño, ancianos y especialmente quienes son más frágiles y vulnerables,
-Una economía donde el cuidado reemplace el despilfarro y la indiferencia,
-Una economía que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad en la que las piedras desechadas por la mentalidad dominante se conviertan en piedras angulares,
-Una economía que reconozca y proteja el trabajo digno y seguro para todos y todas, especialmente para las mujeres,
-Una economía donde las finanzas sean amigas y aliadas de la economía real y del trabajo y no estén contra ellas,
-Una economía que sepa potenciar y preservar las culturas y tradiciones de los pueblos, todas las especies vivas y los recursos naturales de la Tierra,
-Una economía que combata la pobreza en todas sus formas, reduzca las desigualdades y sepa decir, con Jesús y Francisco, «Bienaventurados los pobres»,
-Una economía guiada por la ética de la persona y abierta a la trascendencia,
–Una economía que cree riqueza para todos, que genere alegría y no sólo bienestar porque la felicidad no compartida es muy poca.
Creemos en esta economía. No es una utopía, porque ya la estamos construyendo. Y algunos de nosotros, en mañanas particularmente luminosas, ya hemos vislumbrado el comienzo de la tierra prometida.
El Dr. Alberto Irezabal Vilaclara, director del Centro Internacional de Investigación de Economía Social y Solidaria (CIIESS) de nuestra Universidad, dijo que la IBERO ha participado en ‘Economía de Francisco’ desde el primer llamado que hizo el Papa en 2019.
En el encuentro de este 2022 se materializó todo el trabajo a distancia realizado durante los últimos tres años, más tres días de labor presencial, logrando articularlo en un pacto que debería de relanzar hacia el futuro este movimiento de jóvenes que apuestan por una sociedad más justa, igualitaria y en armonía con la Naturaleza; lo que pareciera “un oasis de esperanza” en el contexto de crisis civilizatoria que atraviesa el planeta.
El pacto firmado representa una invitación abierta a que más jóvenes se sumen a un esfuerzo local y global para construir alternativas económicas orientadas a preservar la vida para las siguientes generaciones.
Desde su esencia humanista, la IBERO se sumó “con fuerza a construir esta economía humana”, y continúa su puesta al servicio de las y los excluidos y más vulnerables. En ese sentido, su Delegación en Italia participó en diversos espacios, como las villas temáticas de Agricultura y Justicia o Vida y Estilos de Vida.
En el encuentro, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México estuvo representada por: Erika Lara, estudiante de la Maestría en Creación y Desarrollo de Empresas Sociales y Solidarias; Jesús Becerril, alumno de la Maestría en Teología y Mundo Contemporáneo; Adriana Gómez Chico, profesora y Consejera Académica del CIIESS; Alberto Irezabal; y Lucila Servitje, egresada de la IBERO y quien que ha estado impulsando el proceso de Economía de Francisco y apoya al CIIESS para ello.
La excelencia académica y la construcción de una sociedad más justa van de la mano en nuestra IBERO.
Con información y fotos cortesía del Dr. Alberto Irezabal.